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La radiación de radiofrecuencia (RFR) de los dispositivos inalámbricos (teléfonos móviles, contadores inteligentes electricidad,…..) atraviesa el cuerpo y puede afectar a muchos órganos.

 

Se ha documentado en la literatura científica básica que un mecanismo de lesión está relacionado con los canales de calcio y la creación de especies reactivas de oxígeno, o radicales libres, que dañan el ADN, los lípidos y las proteínas. La investigación es limitada sobre la radiación no ionizante en el sistema cardiovascular, pero los estudios han mostrado evidencia de cambios en la función autónoma con la radiación de un teléfono celular o la radiación de un enrutador Wi Fi, incluido el ritmo cardíaco, la presión arterial y la eficacia de las catecolaminas en el corazón. Turedi (2015) analizó la exposición prenatal a la radiación del teléfono móvil en crías de rata. Encontraron "hinchazón en las mitocondrias, degeneración en las miofibrillas y alteraciones estructurales" con evidencia histopatológica de estrés oxidativo.

 

¿Es la radiación inalámbrica un factor de riesgo ambiental emergente de enfermedad cardiovascular?

La enfermedad cardíaca sigue siendo la principal causa de muerte a nivel mundial según la OMS. Un estudio australiano de Vernon (2017) examinó la enfermedad cardíaca y los factores de riesgo cardiovascular estándar modificables (SMCVRF). Los investigadores encontraron un aumento significativo en la proporción de pacientes con STEMI (infarto de miocardio con elevación del ST) con escasa o nula asociación con factores de riesgo cardiovascular modificables. En estos pacientes hubo una reducción del colesterol y del tabaquismo, y sin cambios en la hipertensión o diabetes. Pidieron nuevos enfoques para explicar esto.

Bandara y Weller (2017) respondieron publicando un artículo fundamental, "Enfermedad cardiovascular: es hora de identificar los factores de riesgo ambientales emergentes", en el European Journal of Preventative Cardiology. Señalan la evidencia sólida y creciente de que la radiación de radiofrecuencia de los dispositivos inalámbricos puede afectar negativamente el funcionamiento normal de los procesos celulares en todo el cuerpo a través de las vías de oxidación / inflamación. Comenzando con estudios militares que mostraron claramente efectos cardiovasculares, terminan con una revisión de 242 estudios sobre RFR y estrés oxidativo que señala: “Un asombroso 216 (89%) de ellos encontraron efectos significativos”.

Es bien sabido que el estrés oxidativo está asociado con la inflamación y las enfermedades cardiovasculares. Para mejorar el resultado para los pacientes cardíacos, los investigadores añaden: “En cuanto a la recuperación de STEMI, la restauración de la perfusión miocárdica puede verse comprometida por cambios en la integridad endotelial, agregación plaquetaria, infiltración de neutrófilos e inflamación después de una oclusión coronaria trombótica aguda. A nivel celular, estos procesos están controlados por mecanismos redox/vías de señalización y, por lo tanto, la reducción activa de la exposición a RF-EMR merece consideración como parte del tratamiento del paciente post-STEMI. De hecho, necesitamos estudios clínicos de alta calidad para investigar si tal enfoque es efectivo". También destacan el desconocimiento generalizado de los médicos en esta materia.

 

Tumores cardíacos y un corazón envejecido

El estudio del Programa Nacional de Toxicología sobre teléfonos móviles y Cáncer completado en 2018 reveló no solo evidencia clara de tumores cardíacos y daño al ADN, sino también cambios histopatológicos en el corazón relacionados con el envejecimiento. Esto es consistente con los efectos oxidativos tóxicos observados en estudios de laboratorio. Consulte el Informe técnico de NTP.

 

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Palpitaciones y electrosensibilidad del corazón

La electrosensibilidad es un complejo de síntomas agudos en aproximadamente el 3% de las personas que experimentan palpitaciones del corazón, dolores de cabeza, náuseas e irritabilidad que se presentan en presencia de un teléfono móvil, un Wi-Fi, una torre de telefonía u otros dispositivos inalámbricos. Esto parece estar relacionado con la sensibilidad química múltiple con biomarcadores inflamatorios comunes identificados (Belpomme 2015). Los síntomas de electrosensibilidad (también conocida como electrohipersensibilidad, EHS o enfermedad de microondas) se destacaron en un documento de la NASA INTERACCIONES DE CAMPO ELECTROMAGNÉTICO CON EL CUERPO HUMANO: EFECTOS Y TEORÍAS OBSERVADOS 1981.

La Electrosensibilidad junto con la sensibilidad química múltiple ahora está siendo reconocida por la Junta de informes de los Estados Unidos  como una discapacidad "según la ADA si afectan tan gravemente las funciones neurológicas, respiratorias o de otro tipo de un individuo que limitan sustancialmente una o más de las principales actividades de la vida del individuo". Aunque todavía no se han pronunciado al respecto, crearon recomendaciones que incluyen "que se organice un proyecto para desarrollar pautas para el diseño de un" espacio ideal "para personas con MCS y EMS" Dra. Ann Lee, ex médica del Stanford Traumatic Brain Tumor Unit y su hijo testifican en Sacramento [California] sobre la electrosensibilidad de su hijo con palpitaciones cardíacas en presencia de enrutadores Wi Fi y antenas de telefonía.

Un estudio piloto realizado por la Weston Price Foundation en 2015 analizó los efectos de la radiación de los teléfonos móviles mediante análisis de sangre viva bajo el microscopio de voluntarios jóvenes sanos con una dieta integral de Weston A Price Foundation, dieta "WAPF", versus controles. En ambos grupos observaron una agregación anormal de glóbulos rojos durante y después del uso a corto plazo del teléfono móvil. 


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1815 2011  


MARTIN PALL


 BIBLIOGRAFIA DEL ARTÍCULO:


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