Comienza la nueva subasta de interrumpibilidad para cubrir los últimos siete meses de este año 2018, en la que se asignarán 2.600 megavatios (MW) de potencia interrumpible a empresas dispuestas a desconectarse de la red en caso de necesidad a cambio de una compensación económica millonaria.

La convocatoria de la subasta, gestionada por el operador del sistema eléctrico, Red Eléctrica de España (REE), bajo la supervisión de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), , está previsto que se desarrolle del 21 al 25 de mayo.

No obstante, podría concluir antes del 25 de mayo si a esa fecha se cierra la asignación de la potencia que sale a subasta para el periodo comprendido entre el 1 de junio y el 31 de diciembre 2018.

Esta es la segunda subasta de potencia interrumpible que se hace para el año 2018, después de la que se celebró en diciembre, a la que concurrieron 128 pujadores con lo que se asignaron 2.600 MW para los cinco primeros meses del año.

Esta vez se subastarán 320 bloques de 5 MW, que suman una potencia de 1.600 MW, y 25 bloques de 40 MW, que suman 1.000 MW.

Los precios de salida de los bloques serán de 150.000 euros/MW y año para los bloques de 5 MW y de 200.000 euros/MW y año para los de 40 MW. Se estima un coste entorno a los 400 Millones de euros que pagarán los consumidores en su recibo de la luz.

En la pasada subasta, el precio de salida para el producto de 5 MW fue el mismo que ahora y para el de 90 MW de 270.000 euros/MW y año de forma que el precio medio de asignación para el de 5 MW fue de 108.245 euros/MW .

Además de la sustitución de los bloques de potencia de 90 MW por otros de 40 MW, la orden de abril del Ministerio de Energía introdujo la exigencia a las empresas participantes de no tener deudas con el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad en los cuatro años naturales anteriores a la temporada en la que desea participar.

La CNMC criticó en su informe sobre la orden que sólo fueran esos dos los cambios introducidos y que, al final el Ministerio de Energía no revisara el mecanismo para cumplir la normativa europea.

Energía explicó que la primera subasta para 2018 sólo se convocaba para cinco meses porque necesitaba tiempo para adaptar la interrumpibilidad a los cambios del nuevo marco europeo, que estaba previsto que entrara en vigor antes de acabar el año.

La interrumpibilidad es un sistema de subastas obsoleto que permite a las empresas que consumen más electricidad reciban una retribución a cambio de su disponibilidad para desconectarse de la red en caso de necesidad, aunque el Ministerio de Energía aprobó una orden para poder usarla también para contener el precio de la electricidad.

Según indicó a primeros de marzo el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, en los dos primeros meses de 2018 la interrumpibilidad se utilizó en 27 ocasiones para ese fin, aunque no indicó ni el tiempo que estuvieron interrumpidas, ni los motivos de las mismas.