El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha defendido que a día de hoy, la mejor solución para reducir las emisiones de CO2 en el sector de la movilidad "no es el coche eléctrico, sino la revisión de la flota actual" de vehículos, asegurando que la competitividad de éste no llegará antes de 2025.

En su discurso en la junta general de accionistas de la compañía, Brufau subrayó que a este respecto hay que "evitar un cierto ilusionismo", ya que el coste asociado a la subvención de un coche eléctrico permitiría renovar entre siete y ocho coches actuales de combustión interna "para conseguir" el mismo objetivo.

Brufau advirtió de la necesidad de vigilar en su desarrollo el "equilibrio social", ya que si se gestionan mal las subvenciones destinadas su compra puede suponer una "transferencia de renta de las clases menos favorecidas a las más favorecidas, así como que el coste del I+D+i para su avance "no recaiga en los ciudadanos" y sea asumido por los fabricantes.

¿Por qué pagar la investigación de las automovilísticas alemanas, recibiendo toda la inversión del I+D+i? ¿Cuándo ganen estas compañías miles de millones de euros y lo comercialicen con alta rentabilidad, van a devolver el dinero?, se cuestionó.

El Presidente de la petrolera aseguró que el coche eléctrico será "una gran oportunidad", en la que Repsol estará. "Pero hay que estar cuando toque estar", añadió el directivo, quien subrayó que el vehículo eléctrico todavía tiene que "solucionar muchos temas para ser competitivo".

Así, Brufau vaticinó que esta competitividad del coche eléctrico no llegará antes de 2025, con retos a superar como la disponibilidad de metales como el cobalto, las emisiones de CO2 generadas en la fabricación de la batería o que su desarrollo esté asociado a la penetración renovable en el 'mix' eléctrico.

 

EL GAS NATURAL Y EL PETRÓLEO "NO SON SUSTITUIBLES"

Por otra parte, Brufau aseguró que el gas natural y el petróleo continuarán siendo una parte "muy importante" del 'mix' en la transición energética, ya que "no son sustituibles, sino que son complementarios con otros tipo de energía".

Brufau señaló que el sector energético se enfrenta al desafío de "revisar el actual modelo hacia uno menos intensivo en carbono", que debe tener como pilares la seguridad de suministro, la universalidad, la competitividad y la sostenibilidad.

Además, advirtió que en ese camino hacia un nuevo modelo energético debe primar "que los costes no perjudiquen la competitividad" de la industria española, ya que si no es así "se hará un flaco favor a la economía de nuestro país".

 

UNA REGULACIÓN QUE "PIENSE EN EL CIUDADANO"

Así, consideró necesaria "una buena regulación que piense en el ciudadano y no en la empresa energética" para cumplir con los objetivos de descarbonización, ya que si se quiere que la factura no la pague ni el ciudadano ni la industria será necesario "acertar con la ruta" a seguir. De esta manera, defendió "la eficiencia energética y las renovables" como los dos "vectores" claves sobre los que trabajar para cumplir con la 'hoja de ruta' de la COP21 de París para reducir las emisiones globales de CO2.

Fuente: Europa Press